Convertir un bajo en una vivienda: Una solución ante la escasez de vivienda

En los últimos años, Valencia ha experimentado un auge en las solicitudes de cambios de uso de locales comerciales, conocidos como bajos, para su conversión en viviendas. Este fenómeno refleja la necesidad de adaptarse a un entorno inmobiliario marcado por la escasez de vivienda, una creciente demanda de nuevos espacios habitacionales y el interés en maximizar la rentabilidad de propiedades infrautilizadas.

CAMBIO DE USO DE LOCAL A VIVIENDA

Arvaltec

10/19/20244 min read

Convertir bajo o local en vivienda
Convertir bajo o local en vivienda

En los últimos años, Valencia ha experimentado un auge en las solicitudes de cambios de uso de locales comerciales, conocidos como bajos, para su conversión en viviendas. Este fenómeno refleja la necesidad de adaptarse a un entorno inmobiliario marcado por la escasez de vivienda, una creciente demanda de nuevos espacios habitacionales y el interés en maximizar la rentabilidad de propiedades infrautilizadas.

El auge de las solicitudes: Estadísticas recientes

En los últimos dos años (2022-2023), Valencia ha visto un notable aumento en las solicitudes de cambio de uso. Según datos del Ayuntamiento de Valencia, las solicitudes se incrementaron en un 32% en 2022 respecto al año anterior. Durante 2023, la tendencia continuó al alza, con un incremento del 18% adicional. Estos números señalan un crecimiento sostenido en la reconversión de locales comerciales en viviendas.

Este aumento de solicitudes no es exclusivo de Valencia, pero aquí se ve acentuado debido a varios factores, entre ellos el atractivo turístico, la reactivación del sector inmobiliario tras la pandemia y las reformas urbanísticas que buscan revitalizar ciertos barrios. Además, la pandemia impulsó cambios en la demanda de inmuebles, con una preferencia creciente por viviendas adaptadas a nuevas realidades, como el teletrabajo o la necesidad de espacios más flexibles.

Factores detrás del aumento

  1. Escasez de vivienda: El mercado de viviendas en Valencia ha registrado una notable escasez de inmuebles disponibles, sobre todo en zonas céntricas y barrios históricos, como El Carmen, Russafa o Benimaclet. Esta falta de oferta de viviendas, combinada con una demanda en constante crecimiento, ha impulsado a los propietarios de locales comerciales a buscar formas de rentabilizar sus inmuebles vacíos.

  2. Caída del comercio tradicional: La irrupción del comercio electrónico y la pandemia afectaron fuertemente a los negocios tradicionales en bajos comerciales, lo que ha generado una gran cantidad de locales vacíos en la ciudad. Ante la dificultad de encontrar inquilinos comerciales, muchos propietarios optaron por la conversión a uso residencial.

  3. Rentabilidad: Convertir un bajo en una vivienda se ha convertido en una inversión atractiva. Mientras que el alquiler o venta de locales comerciales en algunos casos ha experimentado una caída en los últimos años, el mercado de la vivienda se mantiene robusto, permitiendo a los propietarios obtener mejores rendimientos económicos a largo plazo.

Proyección de futuro: ¿Seguirá creciendo esta tendencia?

La proyección para los próximos años sugiere que el crecimiento de solicitudes de cambio de uso en Valencia seguirá aumentando. Se prevé que para 2025, las solicitudes podrían incrementarse en otro 20%, dado que las condiciones subyacentes del mercado continúan favoreciendo esta transformación. Algunos estudios urbanísticos sugieren que para 2030, hasta el 10% de los bajos comerciales en Valencia podrían haber sido reconvertidos en viviendas.

Esto es especialmente probable en barrios con una alta densidad de locales vacíos, como algunos sectores del centro histórico y áreas en proceso de revalorización. El Ayuntamiento de Valencia también está adaptando su normativa para facilitar estos cambios, simplificando los trámites burocráticos y asegurando que las nuevas viviendas cumplan con las normativas de habitabilidad y accesibilidad.

Rentabilidad y viabilidad económica

Desde el punto de vista financiero, la reconversión de locales en viviendas es vista como una opción rentable en un mercado donde los precios de los alquileres y las ventas de vivienda se mantienen al alza. Un estudio de la consultora inmobiliaria Idealista reveló que las viviendas resultantes de la conversión de bajos en Valencia tienen un rendimiento promedio un 15% superior al de los locales comerciales tradicionales.

Además, la inversión inicial necesaria para llevar a cabo la transformación puede recuperarse en un período de entre 5 y 10 años, dependiendo de factores como la ubicación, el estado del local y la calidad de las reformas realizadas. Este tiempo de retorno es atractivo para inversores particulares y pequeños promotores que buscan diversificar sus activos inmobiliarios.

Retos y consideraciones

A pesar de los beneficios, la conversión de bajos en viviendas no está exenta de retos. Uno de los principales desafíos es asegurar que las nuevas viviendas cumplan con todos los requisitos legales de habitabilidad, como la altura mínima, la ventilación y la iluminación natural. Además, existe una creciente preocupación por el impacto que esta transformación puede tener en el tejido urbano de la ciudad, en particular en la reducción de espacios destinados al comercio de proximidad, que es fundamental para la vitalidad de algunos barrios.

Otro reto es la resistencia de algunas comunidades de vecinos, que en ocasiones se oponen a la transformación de los bajos en viviendas debido a preocupaciones sobre el uso compartido de instalaciones comunes, como los portales y las zonas comunes.

Conclusión

El aumento de las solicitudes de cambio de uso para convertir bajos en viviendas en Valencia es una tendencia clara que refleja la necesidad de adaptarse a un mercado inmobiliario en constante evolución. Con una demanda creciente de vivienda y una oferta limitada, esta práctica está emergiendo como una solución viable y rentable para muchos propietarios y promotores. Sin embargo, es fundamental equilibrar esta transformación con la preservación del comercio local y el tejido urbano que caracteriza a los barrios de Valencia, para garantizar un desarrollo urbano sostenible y equilibrado.

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